Duendecillo astur, que vive entre los hombres, y que le encanta hacer desaparecer cosas, para colmo de los habitantes de la casa. Es hogareño, aunque dicen los ancianos que en un principio vivían en el bosque, pero que se adaptaron rápido a las comodidades de las casas: comida, lumbre, un techo.... Hay gentes que lo confunden con el trasgu o trasno, pero es más malicioso, ya que incluso se ha oído que hacho desaparecer a personas, sobretodo niños. De hecho, a veces se emplea con odio la frase "Mal sumicio te suma" (o esta otra variante: "Mal sumicio te lleve") Resulta muy difícil deshacerse de él, entre otras cosas, porque es casi invisible, rara vez se le ha visto. Los que lo han llegado a ver (o eso dicen), lo describen como muy pequeñio, de enormes pies, de tez aniñada, pero a la vez surcada de arrugas, y con unos bigotes felinos. Sus manos pequeñas, tienen largas uñas. Viste de rojo y negro. En algunas ocasiones, puede llegar a ser bueno y servicial si se le trata bien y no se le molesta. En Teverga, en algunas ocasiones y si esta escampado, junto al pozu Pispirón, una sima que se encuentra en la falda de Sobia y que ha generado cuentos y leyendas ... Una de estas leyendas afirma que el Sumiciu vive allí con toda su familia y que, de cuando en cuando, así que llega tarde, se le ve salir para internarse en otras cuevas. Hay que tener en cuenta, de todas formas, que también existen testimonios que narran acciones del Sumiciu en lugares apartados de las casas.
Todo lo que roba, le gusta conservarlo y guardarlo, bien ordenado, en su escondite, o en algún baúl en que para él será todo su tesoro. Para recuperar las cosas, siempre hay una posibilidad y en este caso, se trata de la oración a San Antonio, la cual, si va acompañada de un donativo, da un resultado sorprendente y se halla pronto lo perdido gracias, según los lugareños, a la acción benéfica del milagrero santo, que bloquea los perversos poderes del duende. Eso si, nunca se puede cometer ningún error mientras se cita dicha oración, pues el objeto en cuestión nunca más aparecerá.
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