miércoles, 30 de enero de 2013

Leyendas del Folclore Brasileño



El folclore brasileño es sinónimo de Cultura Popular. Representa la identidad social de la comunidad a través de sus creaciones culturales, colectivas o individuales. Está compuesto por contribuciones de diversas culturas, sobretodo portuguesa, africana e indígena.

En la actualidad es objeto de estudio, constituyendo, además, un importante recurso para la economía del país. Son innúmeros los productos y servicios que tienen como referente las distintas manifestaciones de la cultura popular. …

En el día 22 de agosto se conmemora el Día del Folclore en Brasil. Por tal motivo contáremos algunas leyendas que pasan de generación a generación y hacen parte del imaginario popular brasileño.
El Sací
El Sací es posiblemente el personaje más popular en el folclore brasileño. Es un joven con una sola pierna, negro o mulato, con agujeros en las palmas las manos. Fuma una pipa y usa una gorra mágica de color rojo que le hace aparecer o desaparecer donde desee, usualmente en el medio de un remolino.
Considerado un bromista molesto en la mayor parte de Brasil, o una potencial peligrosa y dañina criatura en otros, no obstante puede conceder deseos a todos lo que logran atraparlo, o consiguen robar su mágica gorra.
Bromista incorregible, el Sací no causa daños de importancia, pero no hay daño que no pueda hacer. Oculta los juguetes de los niños, extravía a los animales de granja, se burla de los perros, y maldice a las gallinas para que no puedan incubar sus huevos. En la cocina, el Sací derrama toda la sal, agria la leche, quema el frijol cocido, y coloca moscas en la sopa. Si unas palomitas de maíz fallan, es por la maldición del Sací. A la menor oportunidad desafilará la aguja de costura, ocultará su ojo y enredará el hilado. Si ve un clavo en el suelo, lo colocará con la punta hacia arriba. En resumen, todo lo que va mal en la casa o fuera de ella, puede ser atribuido sin dudar al Sací.
Algunos sostienen que el mito del Sací se origina en Europa en el Siglo XIII, pero en realidad deriva del “Yaçi-Yaterê” de la mitología Tupi-Guarani. Un mágico niño de cabello rojo que puede atraer a las personas y romper el silencio del bosque con sus fuertes gritos y silbidos. Fue originariamente una criatura noctámbula, y de hecho Yaçi significa “luna” en el lenguaje tupí antiguo.
El personaje indígena fue apropiado y transformado por los esclavos africanos que en el siglo XVIII fueron traídos en gran número a Brasil. Contaban las historias del Sací para asustar a sus propios niños y a los de los amos. En este proceso la criatura se volvió negra y el cabello rojo se convirtió en una gorra roja. Y así como los ancianos africanos que usualmente contaban los cuentos, adquirió una pipa para fumar constantemente.

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