jueves, 24 de enero de 2013

buenos dias hoy vamos a empesar con:    Origen del bosque de piedra El Timbo
LOS HOMBRES DE PIEDRA
(Origen del bosque de piedra El Timbo)

 

Hace muchos, muchísimos años, en los caseríos de El Timbo, Auque Alto y Machaypungo, pertenecientes al distrito de Bambamarca, existían hombres, plantas y animales gigantes. Vivían en perfecta paz, disfrutando de todo lo que la naturaleza les proveía.
El jefe del clan se llamaba AUKI y era muy respetado por todos los habitantes. Gobernaba su tribu con justicia y trabajaba con mucho esmero para que el clan goce de bienestar. Pero un día la maldad llegó a la tribu, se adentró en la mente de su hechicero CHUSAQ, despertó en él la ambición de ser jefe, tener el poder y ser respetado como AUKI.

Entonces planeó destronarlo, contó a su mujer, la vieja WAYRA que el DIOS CATEQUIL le había revelado en un sueño que AUKI era un impostor y que debía morir, entonces la convenció para que mezclara en la comida de AUKI una pócima extraña que había preparado.

El jefe del clan AUKI empezó a sentirse mal, su cuerpo se volvió lento y muy duro y poco a poco se convirtió en piedra.

El clan se entristeció, su bien amado jefe había muerto; el hechicero creyó el momento propicio para hacerse del poder. Se puso la capa y cogió el báculo del difunto e informó a los miembros del clan que al morir AUKI él era el nuevo jefe y por tanto todos le debían respeto. Los hombres, las mujeres, los niños y todos cuanto conocieron a AUKI lloraron su muerte durante muchos días, se recogieron en sus cuevas y no salían a trabajar. El hechicero se empezó a mortificar pasaban los días y él no podía gozar del poder, ni menos hacer sentir su mando, nadie le obedecía.

Pasaron cien días y cuando las lágrimas se acabaron, los hombres volvieron a sus tareas de antes pero ya no era igual, la tristeza reinaba en el clan, trabajaban con desgano. Al caer la tarde, al final de la jornada todo el clan se reunía junto a la estatua de piedra de su fallecido jefe AUKI y lloraban pidiéndole que vuelva.

El hechicero, no lo podía creer; tenía el poder y no le servía de nada. La población seguía queriendo a AUKI como jefe del clan. Se escondió en su cueva y renegaba en soledad. Su mujer, la vieja WAYRA se le acercó y le dijo: tu maldad se ha vuelto contra ti, el poder no está en el cargo sino en el corazón de las personas a quienes diriges ¡Ellos te dan el poder!

El hechicero no lo pudo soportar más, nadie le obedecía ni siquiera le dirigían la mirada. Enfermo y totalmente desesperado, subió al cerro más alto y empezó ha llorar y ha lamentarse. Con voz afónica llamó a una reunión. Los hombres, las mujeres, los niños, los animales y cuanto ser existía se fueron reuniendo para escucharle.
- ¡Soy su nuevo jefe y me deben respeto! – Gritaba desesperado.
- ¡Basta de tristezas, queda prohibido acercarse a AUKI, él esta muerto, lo que ven sólo es una piedra!
De pronto se escuchó una voz al otro extremo, subida en otro cerro estaba WAYRA, la mujer del hechicero.
- ¡Basta de mentiras CHUSAQ!... Todos deben saber que AUKI no murió de una enfermedad, se convirtió en piedra por la pócima que tú le distes...

La ira se apoderó en los integrantes del clan, pero en vez de atacar al hechicero decidieron tomar la pócima y convertirse también en piedra para estar junto al respetado AUKI. Entonces, obligaron al hechicero a preparar el brebaje. Durante todo el día desfilaron los hombres, las mujeres, los niños, los animales y todo ser que vivía en la zona. Felices bebían la pócima deseosos de convertirse en piedra y reencontrarse con el gran jefe AUKI.

Al anochecer sólo quedaba el hechicero y su mujer, el resto estaba petrificado. Un inmenso bosque de piedras se divisaba en la zona.

El hechicero ciego de cólera se acercó a WAYRA y la estranguló, y cuando quiso lanzar su cuerpo a un tragadero profundo, el viento empezó a soplar con violencia y WAYRA desapareció. Una oscuridad fúnebre se cernió sobre el lugar. Esa noche llovió como nunca, el Dios Catequil se enfureció y lanzó truenos y rayos sobre la tierra. Los rayos iluminaban el firmamento y destrozaban los cerros. Fue la noche más larga de la historia.

Al amanecer, el panorama mostraba un hermoso bosque de piedras. El hechicero había sido destrozado por los rayos, su cuerpo estaba diseminado por todo el bosque, pequeños pedazos de él se movían por todas partes. Esos pedazos, luego se convirtieron en gusanos, que hoy en día los pobladores de la zona llaman “shangacuro” y abundan por doquier.

Se dice que muchos años después, las nuevas generaciones de hombres de “Coremarca”, visitaban dicho lugar para rendirle tributo al Dios Catequil y pedirle perdón. Realizaban ritos para despertar a los seres de piedra, se disfrazaban con atuendos espectaculares y máscaras de cerámica, pero no lograron nada. De aquello sólo queda, junto a la entrada de la gruta de El Timbo, una gran cantidad de cerámica fragmentada pertenecientes a máscaras de todo tamaño.

Cuando visites el Bosque de Piedra, observarás hombres, mujeres y niños gigantes, así como animales y plantas, todos petrificados; míralos con respeto, tal vez tú los puedas volver a la vida.

pues yo e ido ahi hay baños termales esta en cerro de pasco dicen si tocas las piedras sin hacer pago a la tierra te puede dar un mal aire

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