Leyendas Prehispánicas
La inocencia del alma no se pierde nunca.
Gente de todas las partes y de todos los tiempos han escuchado y seguirán escuchando con una diáfana ingenuidad, los relatos, las tradiciones, las leyendas y las antiguas crónicas; unas que apenas soslayaron ojos ávidos y torpes en antiguos códices ideográficos, esotéricos y misteriosos, otras que aún yacen olvidados en polvosos y húmedos archivos, entre pergaminos carcomidos, en escritura de tinta desleída y caracteres dibujados por acuciosos monjes y "lenguas" que llegaron al conocimiento de los dos idiomas que en su tiempo prevalecieron en lo que hoy es América.
Y aún nos queda la herencia que hoy tratamos de registrar y rescatar, que es el relato de los viejos, las tradiciones y mitos orales que se han venido repitiendo de generación en generación en un legado cultural que de ningún modo debemos esquivar y desaprovechar:
Y así, tradiciones, leyendas y mitos, una mitología asombrosa de hechos increíbles en los que se mezclaban hombres y dioses, estrellas y animales, elementos y movimientos telúricos, con el devenir de los antiguos pobladores del Anáhuac, se han ido eslabonando estas hermosas cuentas de abalorio, esta encajería de una urdimbre que aún nos deleita y nos asombra y nos pone a pensar si en verdad han ocurrido tantos hechos, unos sombríos y sobrenaturales otros, y el motivo por el cual ya no ocurren.
Leyendas Tradicionales y Coloniales
Muertos que regresan del más allá, fantasmas, apariciones diabólicas, castigos inexplicables y hechos sobrenaturales, muertos que resucitan, almas en pena y muchos hechos espantosos ocurrieron durante la época de la Colonia.
Pasó el tiempo, y las gentes que por curiosidad leían o escuchaban los relatos espantables de los días en que nuestra Capital era la Capital de la Nueva España, dijeron que todo habían sido supercherias, invenciones de gentes oficiosas, de mentes predispuestas y lo que fueron ocurrencias, sucesos verdaderos avalados por las autoridades de su tiempo, se convirtieron en sabrosos cuentos y leyendas.
Hoy, ante la ocurrencia de nuevos y portentosos hechos similares a los ocurridos hace siglos, la ciencia moderna los ha aceptado y catalogado dentro de algo que llaman parasicología, telequinesis, paranormal e inexplicable, aceptando y ratificando estos sucesos que parecen no ser más que la repetición de aquello que se negaron a aceptar hace algunos años.
Estos pues, son los relatos basados en investigaciones, en consultas de antiguos y carcomidos documentos que duermen el sueño del olvido en apolillados anaqueles de los archivos de Indias de Sevilla y en los archivos oficiales del país. Quizás se les ha agregado un poco de fantasía, algo de sabor para evitar lo frío, lo macabro y amargo de un relato, pero sin desvirtuar ni menguar el meollo del asunto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario