La leyenda de la muñeca llorona (Tumbes)
La Quebrada del Nieto”, situada entre el barrio de Pampa Grande y la Loma del
Zorro, siempre ha sido objeto de conversaciones entre los vecinos del lugar,
sobre apariciones, asaltos y sobre todo de brujerías.
Nadie podía pasar por allí a la hora cero, porque seguro que le salía al encuentro una “chancha bruja”, o “el diablo lo silbaba” o veía a la “lechuza”, que conversaba sobre los techos de paja de los asustados vecinos.
Pero volvamos a nuestro tema. Se trata que al centro de la quebrada (por donde pasa la carretera a San Juan), a eso de las doce de la noche, ya se encontraba tendida una enorme muñeca de trapo, y todo quien lograra transitar por aquel lugar a la hora cero, se tropezaba con la muñeca que, al ser tocada, lloraba como una niña,quedando el pobre mortal hecho un costal de nervios deshechos.
Los abuelos muy versados en relatos de brujerías, dicen que era una bruja que había desobedecido al demonio y condenada a vivir en ese estado por mucho tiempo. Los cierto es que todos los que sufrieron el susto de la muñeca llorona, cuentan que debían darle de puntapiés para que los dejara pasar. Al poco tiempo murió una anciana que vivía nada menos que cerca a la “Quebrada del Nieto” y quienes lograron verla, dicen que tenía la cabeza amarrada. Llegaron a la conclusión de que era la “muñeca llorona”.
Desde ese momento no volvió a fastidiar a los inocentes trasnochadores y todos cantaron la copla siguiente:
“Qué bonito corre el agua por debajo de las almendras, así corriera mi amor si no hubieran malas lenguas”.
Nadie podía pasar por allí a la hora cero, porque seguro que le salía al encuentro una “chancha bruja”, o “el diablo lo silbaba” o veía a la “lechuza”, que conversaba sobre los techos de paja de los asustados vecinos.
Pero volvamos a nuestro tema. Se trata que al centro de la quebrada (por donde pasa la carretera a San Juan), a eso de las doce de la noche, ya se encontraba tendida una enorme muñeca de trapo, y todo quien lograra transitar por aquel lugar a la hora cero, se tropezaba con la muñeca que, al ser tocada, lloraba como una niña,quedando el pobre mortal hecho un costal de nervios deshechos.
Los abuelos muy versados en relatos de brujerías, dicen que era una bruja que había desobedecido al demonio y condenada a vivir en ese estado por mucho tiempo. Los cierto es que todos los que sufrieron el susto de la muñeca llorona, cuentan que debían darle de puntapiés para que los dejara pasar. Al poco tiempo murió una anciana que vivía nada menos que cerca a la “Quebrada del Nieto” y quienes lograron verla, dicen que tenía la cabeza amarrada. Llegaron a la conclusión de que era la “muñeca llorona”.
Desde ese momento no volvió a fastidiar a los inocentes trasnochadores y todos cantaron la copla siguiente:
“Qué bonito corre el agua por debajo de las almendras, así corriera mi amor si no hubieran malas lenguas”.
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