jueves, 14 de febrero de 2013

Mitos de La selva



los mitos de la selva se caracterian por ser propios de ese mismo lugar con costumbres y tambien su modo de hablar.Los pobladores selváticos, especialmente los sanmartinenses, han sido atraídos por la selva y por sus misterios para escribir relatos fantasiosos, que en la mayoría de los casos, nos hacen expresar miedo y terror, porque estos cuentos están basados en espíritus malignos que rondan por la inmensa selva.


La sachamama
Es una boa gigantesca y solitaria, que vive en tierras pantanosas de selva adentro. Llega un tiempo de su vida, quizá milenaria, en que se incrementa su peso, es tal que ya no puede reptar, entonces busca un lugar para vivir permanentemente. Entonces libra, con su poderosa cola, un espacio lo suficientemente amplio, allí pone su cabeza y espera. El gran poder de atracción que tiene le permite halar a sus víctimas hacia esa especie de chacra que forma delante de su cabeza.
Entonces, cualquier animal u hombre que, por ignorancia o descuido, pase por su delante ve solamente su cabeza. Pero ya será muy tarde. Porque habrá caído en el campo imantado de la Sachamama, atraído hacia su poderosa mandíbula, para luego ser triturado y tragado. Satisfecha su hambre, se pondrá a dormir por una larga temporada.
Otros mitos cuentan que es la encarnación del espíritu de los rios de la amazonía.

aca un video acerca de testtigos de la sachamama:

http://www.youtube.com/watch?v=mAENBOdhLCU&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=xiORj0b3YKA&feature=related


El bufeo colorado
Al delfín rosado del Amazonas la gente lo llama, simplemente, bufeo colorado y así lo distinguen de sus otros hermanos que son de color gris. La leyenda de que el bufeo, como ser o duende “encantado” que es, puede transformarse en un hombre “gringo” al que le gustan las mujeres jóvenes y bonitas. Así, con esa apariencia, suele presentarse a la fiesta en la que participa la chica elegida. Como viajero de paso, baila y enamora a la muchacha, invita a beber a todos los participantes y así se gana la simpatía general. Pero él no come ni menos bebe licor, porque si se emborracha, se rompería el encantamiento y se descubriría quién es.
Cuando la muchacha ya es la enamorada del bufeo, él la colma de regalos y atenciones. La visita siempre por las noches y se marcha antes del amanecer. Así poco tiempo, la mujer enamorada empieza a mostrar una conducta extraña, porque quiere permanecer todo el tiempo junto al río y si ésta situación no es notada a tiempo por sus familiares y no la mandan a curar a un buen chaman, puede terminar desapareciendo, ya que en su deseo de estar siempre junto a su gringo “bufeo” enamorado, terminará arrojándose al río para no salir jamás.
De la misma manera se cuenta que los bufeos usan lo que parece dinero de noche, pero al llegar el día son sólo hojas. También se cuenta sobre bufeos hembras y barcos enteros con bufeos en forma humana que surcan los rios navegables de la selva durante la noche.



El tunchi maligno
Vaga por las noches oscuras de la selva, como alma en pena, unos dicen que es un ave, otros que es un brujo o un espíritu del mal “diablo” que goza aterrorizando a la gente. Pero nadie lo ha visto, y todos lo reconocen con temor cuando en plena oscuridad lanza al aire un silbido penetrante “fin....fin...fin...” que por instantes se pierde en el monte a lo lejos, pero vuelve a silbar ya sobre el techo de una casa o a la orilla del río. Todo es tan rápido que la gente solo atina a persignarse o rezar, porque existe la creencia de que cuando silva con insistencia, por los alrededores de un pueblo, anuncia malos presagios y cuando lo hace sobre una casa, enfermedad o muerte.
Burlarse del tunchi o tunche, insultarlo, puede costarle caro al atrevido, ya que lo hará enfurecer y entonces atacará con mayor insistencia, silbando... silbando... lo perseguirá tanto que hasta el más valiente terminará entrando en pánico, que puede llevarlo a la locura o muerte...




El ayaymama
Cuenta la leyenda que una epidemia estaba acabando con la gente de una comunidad nativa. Que la madre de dos niños, sintiéndose con los primeros síntomas de la enfermedad, quiso salvar del mal a sus pequeños y entonces los llevó al monte, muy lejos y los dejó en ese lugar. Cerca de una linda quebrada, abundante en peces y árboles frutales. Con gran pena los dejó, sabiendo que no los volvería a ver más. Ellos jugaron, comieron frutos y se bañaron en la quebradita, pero ya en la noche sintieron la falta de su madre y partieron en su búsqueda pero se perdieron en el monte.
Asustados, llorando de pena decían cómo no ser aves para poder volar donde mamá. Y el dueño del monte tuvo pena y los convirtió en avecitas y ellos volaron, pero cuando llegaron a su pueblo vieron que ya nadie vivía, todos habían muerto. Desde entonces no dejan de volar y volar, y cuando se posan en lo alto de un árbol, cansados de buscar a su madre, hacen oír su canto lastimero ayaymamá... ayaymamá...
Otra versión de esta leyenda es:
La leyenda del Ayaymama, narra el abandono de dos niños en la selva tras perder a la mamá. La madrastra y el papá dejan a su suerte a los menores en la montaña simulando un paseo. Los niños se volvieron en pajaritos y en una noche de luna volaron hasta el techo de la casa de la madrastra y emitieron su canto:
Ayaymama, Huischuhuarca: Nuestra madre ha muerto y nos abandonaron.





El chullachaqui
Duende o diablillo de selva, pequeño de estatura, viste siempre una cushma o ponchito colorado cuando va a trabajar a su chacra o anda de paseo. Puede transformarse tomando la forma o figura de cualquier persona o animal, cuando quiere atrapar una nueva y bella doncella y hacerla perder en el monte para siempre. Se cuenta que las personas perdidas en la selva suelen encontrarlo.
El Chullachaqui no vuelve aparecer en el mundo real, y su víctima pasa a formar a las legiones de duendes de este diablillo, de las cuales es el jefe absoluto. En lo profundo de la selva posee chacras donde cultiva sus alimentos, que resultan ser plantas venenosas similares a la papa, la yuca y otros vegetales alimenticios.
Si fuéramos a la selva y encontráramos allí a un familiar u otro ser querido casualmente y sin razón alguna, debemos ser precavidos. Porque, seguramente, el Chullachaqui toma esa forma para hacernos perder en el monte y solo podemos escapar de su “encantamiento”, si logramos descubrir que su pie izquierdo tiene la forma de una pata de cabra. Es raro pero también se cuenta que pueden tener su pie en forma de patas de otro animal, o incluso un pie humano vuelto hacia atrás.




La runamula
La Runamula: una “mujer o gente” más mula “cruce de caballo con burra”.
Es con la llegada de los primeros misioneros españoles que nace la leyenda. Cuenta que cuando una mujer casada o comprometida, nativa o mestiza seducía o era conquistada por un misionero, por raro sortilegio, se convertía en un duende con cuerpo de mula, cabeza y pecho de mujer, que vagaba en las noche de luna llena asustando a los pobladores de los pueblos y caseríos, con sus relinchos espeluznantes y el ruido producido por sus cascos, al galopar sin rumbo por los alrededores. La gente sabía entonces que había allí una mujer que mantenía relaciones prohibidas.
Entonces, los más valientes, perseguían al animal encantado para ver en qué casa se metía o hacia donde se dirigía cuando terminaba el encantamiento. La infiel descubierta, tenía que ser llevada ante un buen curandero para que la curara, mediante baños y sesiones de ayahuasca, liberándola del hechizo que sufría por mantener amores prohibidos.






El urcututo
Es un búho grande que vive en lo profundo de la selva, en la copa de los árboles más grandes, es un gran cazador nocturno. Cuenta la leyenda que ciertos brujos maleros llegan a tener “pactos secretos” con los urcututos y entonces lo utilizan para enviar virotes o dardos mágicos, que serán descargados sobre el enemigo elegido, con el fin de causarle daño por venganza.
También suelen ser enviados como mensajeros, para espiar el lugar donde se realizan las sesiones de ayahuasca, como cuidador, cuando se va a tratar a un enfermo que el mismo brujo daña. Considerado como un animal de mal augurio por algunos y de buena suerte para otros, es el rey de la noche.
Entre la población de Iquitos y alrededores de esta ciudad, se cree que el canto de los urcututos son presagio de un embarazo de alguna mujer conocida por quienes escuchan el canto.




La sirena
Es otro de los “encantos”, personaje mágico de la amazonía. Dicen que vive solitaria, pero siempre en busca de compañero, en las profundidades de los ríos y cochas, que sube a la superficie por medio de las muyunas o remolinos. Entonces, en una playa solitaria o en un barranco cercano de agua, canta con dulce acento lastimero y si algún joven la escucha, será atraído hacia ese lugar y terminará rindiéndose ante ella. Seducido por los encantos y la ternura de la sirena, el hombre lo abandonará todo y se marchará con ella para siempre.
Los familiares del desaparecido dirán entonces: se habrá ahogado, pero el cuerpo jamás será encontrado y si se consulta con un buen chaman ayahuasquero; seguro les dirá que la sirena lo ha encantado y lo llevó a vivir con ella, a su reino de las profundidades.



La tanrilla
Es una garza pequeña, muy bonita y prosista – “coqueta” – que dicen, tiene en sus finas y largas patitas un secreto para hacer encantamientos de amor. Que cuando el curandero recibe el encargo de preparar el filtro de amor, deberá cazarla mediante un tiro de pucuna “dardo de cerbatana” pero también deberá estar dietando por varios días. Extraídos los huesitos de las patitas, los limpia y prepara mediante icáros “cantos mágicos”.
Quitada la médula, estos quedan como tubitos y es a través de estos que el enamorado, debe espiar a la mujer elegida “como si fuera un largavista”. Pero ojo, la muchacha no debe saber que es observada. Y, si la operación ha sido bien hecha, a los pocos días aceptará gustosa los requerimientos del galán.







El runapuma o yanapuma
Cuentan que antiguamente, existían brujos maleros que llegaban a tener pactos con los demonios de la selva. Eran poderosos haciendo el mal y sus afanes de tener cada vez más y más poder llegaban al estado en que tenían necesidad de beber sangre y comer carne humana.
Claro, estos brujos vivían en lo más apartado de la selva y casi siempre solos. Dominaban los secretos para trasformarse en Runapuma, cuando sentían necesidad de alimentarse. Hacían sus invocaciones por medio de icáros “cantos mágicos de poder” pidiendo fuerza a los demonios del monte y entonces se convertían en hermosos jaguares hambrientos totalmente negros. Así, atacaban a sus víctimas, sin importarles que estuvieran armadas o en compañía de otras personas. No le temían a nada ni nadie porque se sentían protegidos. Satisfecho su apetito, volvían a convertirse en hombres casi normales.
Por esta razón se cree que los jaguares melánicos, totalmente negros o yanapumas son mensajeros del más allá o poderosos brujos capaces de tomar forma humana e incluso icarar o maldecir la comida desde lejos. Estos otorongos negros son temidos por esa razón.






el Yacuruna
es un dios mitológico que vive en las profundidades de los ríos y los lagos de la amazonía cerca de Iquitos. Él tiene el poder para convertirse en forma humano dando la apariencia de ser un hombre guapo. Usando poderes mágicos de seducción, él a menudo engaña a las muchachas inocentes, haciéndolas enamorarse de él y seduciéndolos. Una vez que han caído a sus hechizos, él trae las chicas para su hogar en las profundidades del agua donde se convierten en los seres subacuáticos parecidos a la Yacuruna, para nunca más verse otra vez por el mundo exterior. Según esta leyenda de Iquitos, la Yacuruna es parecida al dios Poseidon de mitología griega. Sus sujetos naturales son los peces y los reptiles acuáticos. Se dicen que él viaja por los ríos y los lagos del la amazonía por la noche montando un enorme cocodrilo negro, adornado con una boa como un collar. Las personas locales de Iquitos dicen que durante el día, la Yacuruna duerme en las profundidades de las aguas, nunca cerrando un ojo.


Según la leyenda de Iquitos, el Yacuruna puede comunicarse con animales acuáticos y utiliza sus poderes para dominarlos. También, algunos dicen que la Yacuruna se puede trasmutar en un delfín rosado. Además, muchas personas de Iquitos creen que el delfín rosado del rió es atraído hacia el olor de sangre de mujeres menstruantes. Una vez que su víctima inocente está ubicada, El Yacuruna puede transformarse desde la forma de un delfín en la imagen de un forastero bien guapo. Una vez en forma humana, la Yacuruna pueda hipnotizar a la chica y pueda usar afrodisíacos para seducirla. Bajo de sus hechizos, la mujer está secuestrada por el hechicero y traída para su reino en las profundidades de los ríos y los lagos de la Amazonía. .

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