jueves, 28 de febrero de 2013


Leishmaniosis canina, una enfermedad seria

El parásito Leishmania, transmitido por mosquitos del género Phlebotumus, es el causante de la leishmaniosis o leishmaniasis, una enfermedad seria causante de úlceras cutáneas o inflamaciones severas en órganos vitales que afecta a perros, roedores y humanos.
La leishmaniosis canina presenta síntomas habituales como la caída de pelo alrededor de los ojos, orejas y nariz, heridas en la piel en zonas expuestas al roce, formación de escamas, cojera o inflamación articular, fiebre, mucosas pálidas, pérdida de peso y apetito. Las afectaciones por lesiones en la piel como ulceras son causadas por la forma cutánea de la enfermedad. Sin embargo, la forma visceral, aún más grave, afecta órganos vitales como el hígado, el bazo o el riñón, llegando a causar insuficiencia renal o hepática, comprometiendo la vida del animal.
Pastor alemánLa enfermedad afecta a todas las razas. Sin embargo, estudios sugieren que existe una predisposición mayor en razas como pastor alemán o boxer, machos, perros de edades inferiores a 3 años o entre los 8 y 10 años de edad.
La mayoría de los contagios se producen en los meses de verano ya que en invierno el mosquito permanece en estado larvario. Los países en riesgo de contagio se ubican principalmente en Latinoamérica y la región Mediterránea (España, Portugal, Francia, Italia, etc.)
Una vez adquirida la enfermedad es incurable, los tratamientos se orientan a controlar o evitar los síntomas. Sin duda la mejor alternativa es la prevención. Sin embargo, no existe ninguna vacuna en el mercado contra la leishmaniosis. Entre las recomendaciones están el uso de mosquiteros en zona de riesgo, evitar recorridos con los perros al amanecer y anochecer en los meses de mayor riesgo, y el uso de productos comerciales que repelen el mosquito

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