Síndrome de Diógenes y Acumulación Compulsiva
Hay gente que acumula cosas inútiles, incluso sienten
ansiedad ante la idea de tirar a la basura los desperdicios, hay dos patologías
asociadas con esto, son muy parecidas y la gente tiende a confundirlas
mucho.
Síndrome de Diógenes. El otro día vi en Discovery Channel la historia de un individuo que se recluía en su casa, solo salía a comprar comida y no desechaba absolutamente nada… ¡ni si quiera sus propios excrementos! los cuales tenía meticulosamente guardados en frascos. Este es el famoso Síndrome de Diógenes, el cual se caracteriza por un enorme descuido en la higiene personal, la salud y la limpieza de la casa. Son personas generalmente ancianas que viven solas y no tienen que ir a trabajar porque gozan de una pensión. Sus casas suelen despertar la atención de los vecinos por los malos olores provenientes de los desperdicios; en muchos casos las personas fallecen y los vecinos tienen que llamar a las autoridades por un penetrante olor a descomposición, es decir, mas hedor de lo normal.
Hay casos en los que estas personas se limitan a acumular toda la basura producida dentro de la casa; en otros casos por alguna extraña razón sienten que les hace falta “más” y se van a la calle a revisar los contenedores de basura, esto suelen hacerlo en horas de la noche.
Síndrome de Diógenes. El otro día vi en Discovery Channel la historia de un individuo que se recluía en su casa, solo salía a comprar comida y no desechaba absolutamente nada… ¡ni si quiera sus propios excrementos! los cuales tenía meticulosamente guardados en frascos. Este es el famoso Síndrome de Diógenes, el cual se caracteriza por un enorme descuido en la higiene personal, la salud y la limpieza de la casa. Son personas generalmente ancianas que viven solas y no tienen que ir a trabajar porque gozan de una pensión. Sus casas suelen despertar la atención de los vecinos por los malos olores provenientes de los desperdicios; en muchos casos las personas fallecen y los vecinos tienen que llamar a las autoridades por un penetrante olor a descomposición, es decir, mas hedor de lo normal.
Hay casos en los que estas personas se limitan a acumular toda la basura producida dentro de la casa; en otros casos por alguna extraña razón sienten que les hace falta “más” y se van a la calle a revisar los contenedores de basura, esto suelen hacerlo en horas de la noche.
Las casas de estas personas suelen estar extremadamente asquerosas y desordenadas, es común observar cucarachas, gusanos y ratas conviviendo con el dueño de la casa entre la basura. Los pacientes nunca se dan una ducha y lucen como mendigos aunque tengan mucho dinero.
Algunos suelen acumular también animales que recogen en las
calles, los cuales viven hacinados entre la basura sufriendo terribles
enfermedades. Lo peor es que cuando estos animales mueren, el cadáver queda
dentro de la vivienda en pleno proceso de descomposición junto con la basura,
los otros animales vivos y el dueño de la casa. Es un trastorno tan raro que
muchas veces los vecinos piden ayuda a las autoridades porque no soportan el mal
olor, pero la solución se limita a limpiar el lugar y al poco tiempo el paciente
ya lo ha llenado de porquerías otra vez; no hay registros claros sobre esta
enfermedad y no existe una legislación específica que solucione definitivamente
el problema.
La mayoría de estos pacientes tienen claro que lo que hacen no
es muy común, pero no sienten que sea un problema para ellos ni para los demás,
y se molestan muchísimo cuando sus vecinos piden ayuda a las autoridades.
Los especialistas han señalado 5 rasgos de conducta para diagnosticar el síndrome, la presencia de 2 o más permite hablar de enfermedad, y si se tienen los 5 se trata de casos graves con riesgo de muerte. Esos rasgos son los siguientes:
1- Aislamiento social con tendencia a reunir de situaciones de comunicación.
2- Reclusión voluntaria en el domicilio al que se aferran aunque se les ofrezcan alternativas más ventajosas.
3- descuido extremo de la higiene personal, la salud, así como la limpieza y el orden en el lugar.
4- Sentimiento de pobreza aunque se tenga dinero, esto se denomina “miseria senil”. Aparentemente este es el detonante que los impulsa a acumular todo tipo de porquerías.
5- Rechazo de ayuda exterior y tendencia a decir que no tienen problemas y que la casa esta limpia aunque las evidencias muestren lo contrario.
Síndrome de acumulación compulsiva. Suele confundirse con el síndrome de Diógenes, aunque no es lo mismo, ya que las personas que padecen esto suelen acumular objetos inservibles por si acaso los llegan a necesitar en un futuro, pero no acumulan basura ni heces. Tratan de mantener estas cosas en orden pero cuando el volumen de objetos es muy grande, el desorden se apodera de la vivienda y sin querer comienzan a acumular basura. Estas personas están completamente conscientes que tienen un problema que les afecta pero sienten tanta ansiedad ante la idea de tirar a la basura alguno de esos objetos que prefiere seguir como está. Saben perfectamente que lo que hacen no es en lo absoluto normal, y por eso suelen ser personas poco sociales que no reciben visita en su casa bajo ningún concepto.
Los especialistas han señalado 5 rasgos de conducta para diagnosticar el síndrome, la presencia de 2 o más permite hablar de enfermedad, y si se tienen los 5 se trata de casos graves con riesgo de muerte. Esos rasgos son los siguientes:
1- Aislamiento social con tendencia a reunir de situaciones de comunicación.
2- Reclusión voluntaria en el domicilio al que se aferran aunque se les ofrezcan alternativas más ventajosas.
3- descuido extremo de la higiene personal, la salud, así como la limpieza y el orden en el lugar.
4- Sentimiento de pobreza aunque se tenga dinero, esto se denomina “miseria senil”. Aparentemente este es el detonante que los impulsa a acumular todo tipo de porquerías.
5- Rechazo de ayuda exterior y tendencia a decir que no tienen problemas y que la casa esta limpia aunque las evidencias muestren lo contrario.
Síndrome de acumulación compulsiva. Suele confundirse con el síndrome de Diógenes, aunque no es lo mismo, ya que las personas que padecen esto suelen acumular objetos inservibles por si acaso los llegan a necesitar en un futuro, pero no acumulan basura ni heces. Tratan de mantener estas cosas en orden pero cuando el volumen de objetos es muy grande, el desorden se apodera de la vivienda y sin querer comienzan a acumular basura. Estas personas están completamente conscientes que tienen un problema que les afecta pero sienten tanta ansiedad ante la idea de tirar a la basura alguno de esos objetos que prefiere seguir como está. Saben perfectamente que lo que hacen no es en lo absoluto normal, y por eso suelen ser personas poco sociales que no reciben visita en su casa bajo ningún concepto.
Al igual que el síndrome de Diógenes, sucede en personas ancianas aunque a veces puede presentarse en personas de 30 años que están pasando por una terrible depresión y que en ese momento se encuentran desempleados.
A diferencia del síndrome de Diógenes, los que padecen de acumulación compulsiva no descuidan su higiene personal ni su aspecto, por lo que cuando salen a la calle no llaman mucho la atención, solo son percibidos como personas poco sociables.
Ambos trastornos suelen confundirse mucho, y en algunos casos la acumulación compulsiva puede terminar en síndrome de Diógenes cuando la vivienda está atestada de objetos, se comienza a acumular la basura, y la persona comienza a descuidar su higiene personal.
A manera de broma, últimamente se está hablando del “síndrome de Diógenes digital”, el cual consiste en guardar en el disco duro cualquier cantidad de información inútil por que “podemos necesitarla algún día”. Se guardan imágenes, música, videos, archivos bajados, etc., y esto produce que el “paciente” constantemente desee un disco duro con mayor capacidad.
Lo admito: padezco del Síndrome de Diógenes digital, el mío es un caso grave.
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